“Hoy en día, dada su enorme extensión y popularidad, resulta difícil imaginar la desconfianza con que la Estimulación Temprana fue recibida por amplios sectores de la comunidad clínica, todavía a lo largo de la década del 70. “¿Qué tratamiento, se le podía impartir a un bebé, como no fuera una que otra medicación específica? ¿Acaso se podía hacer algo por él, con él, que le posibilitara algún otro camino en la vida que el que aparente y estadísticamente le estaba destinado?”
Estas mismas preguntas, pero no formuladas desde el lado de la desconfianza sino desde el lado de querer encontrar una respuesta, fueron las que llevaron a los pioneros a comenzar a investigar. En nuestro país, la Estimulación Temprana se inicia a partir de la preocupación de una pediatra que, en función de su interés clínico por los niños pequeños, eligió como tema, para su tesis de doctorado, la maduración neurológica del lactante. Su especialización en neurología y en genética vinieron a posteriori, con el único fin de perfeccionar su clínica pediátrica.”
ESA PEDIATRA FUE LA DRA. LYDIA CORIAT!

Extracto del texto “Tres décadas en Estimulación Temprana”
Elsa Coriat (1992)